Bajo una intensa lluvia, el Mirasol empató sobre el final un partido muy chivo. Tuvo varias chances para abrir el marcador, no las aprovechó, ganaba Aldosivi, penal para Almirante, gol de Vega y partido finalizado. Almirante se tuvo que conformar con un punto con sabor a muy poco.
El cielo amenazó durante toda la tarde. Una gran nube negra cubria al Fragata Sarmiento. Marcando una antagonía, el Mirasol salió a la cancha con una camiseta blanca. Como esta sucediendo habitualmente, la solidaridad reinó en el estadio: el pasacalle en apoyo a Santiago De Vito, una bandera apoyando a Lautaro (un chico que debe operarse) y un minuto de silencio para "Pituco" Martinez, socio vitalicio fallecido. La gente iba llegando de a poco. El ambiente era así, esperando la gran victoria mirasol...
... nunca llegó. Desde los primeros minutos, Almirante siempre buscó más pero sin peso y sin llegar al arco defendido por Campodonico. La realidad: cuando Garcia y Cisterna están en un nivel bajo, se le complica mucho al Mirasol y quedó demostrado que Vega sólo no puede. Debe haber sido el campo de juego y el clima, el partido se adecuó a estos y se volvió aburrido, trabado y sin jugadas claras.
Recién en el segundo tiempo cambiaron las cosas y justamente sucedió cuando Almirante se animó más. El Mirasol contó con varias claras: un cabezazo y un mano a mano de Vega, un remate de Olmedo y una palomita de Chavarri (delantero que pide ser titular a gritos). Cuando todo parecia que terminaba en parda sin goles; en un contrataque, Carrasco encuentra el balón y convierte un golazo. Comienza el diluvio. Comienza la bronca. Almirante salió con todo a buscar el empate y en el último minuto llegó. Un agarrón infantil de Furios dio pie a que Lamolina cobre el penal y que Vega lo convierta en gol.
El partido terminaba y la lluvia seguía cayendo. Y Almirante se iba con poco, muy poco. Era ganable pero sigue con problemas de definición. Lo rescatable: no pierde hace varios partidos y hay revancha rápida, el domingo ante Atlético Tucumán
Bajo una intensa lluvia, el Mirasol empató sobre el final un partido muy chivo. Tuvo varias chances para abrir el marcador, no las aprovechó, ganaba Aldosivi, penal para Almirante, gol de Vega y partido finalizado. Almirante se tuvo que conformar con un punto con sabor a muy poco.
El cielo amenazó durante toda la tarde. Una gran nube negra cubria al Fragata Sarmiento. Marcando una antagonía, el Mirasol salió a la cancha con una camiseta blanca. Como esta sucediendo habitualmente, la solidaridad reinó en el estadio: el pasacalle en apoyo a Santiago De Vito, una bandera apoyando a Lautaro (un chico que debe operarse) y un minuto de silencio para "Pituco" Martinez, socio vitalicio fallecido. La gente iba llegando de a poco. El ambiente era así, esperando la gran victoria mirasol...
... nunca llegó. Desde los primeros minutos, Almirante siempre buscó más pero sin peso y sin llegar al arco defendido por Campodonico. La realidad: cuando Garcia y Cisterna están en un nivel bajo, se le complica mucho al Mirasol y quedó demostrado que Vega sólo no puede. Debe haber sido el campo de juego y el clima, el partido se adecuó a estos y se volvió aburrido, trabado y sin jugadas claras.
Recién en el segundo tiempo cambiaron las cosas y justamente sucedió cuando Almirante se animó más. El Mirasol contó con varias claras: un cabezazo y un mano a mano de Vega, un remate de Olmedo y una palomita de Chavarri (delantero que pide ser titular a gritos). Cuando todo parecia que terminaba en parda sin goles; en un contrataque, Carrasco encuentra el balón y convierte un golazo. Comienza el diluvio. Comienza la bronca. Almirante salió con todo a buscar el empate y en el último minuto llegó. Un agarrón infantil de Furios dio pie a que Lamolina cobre el penal y que Vega lo convierta en gol.
El partido terminaba y la lluvia seguía cayendo. Y Almirante se iba con poco, muy poco. Era ganable pero sigue con problemas de definición. Lo rescatable: no pierde hace varios partidos y hay revancha rápida, el domingo ante Atlético Tucumán
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