Ya era hora

Borrón y cuenta nueva. Ya era hora que finalice el torneo para Almirante Brown. Un torneo demasiado irregular y que culminó con el peor final: seis derrotas en los últimos siete partidos. La caida de esta tarde, ante Patronato luego de ir ganando tranquilo, siguió mostrando la peor cara de un equipo que nunca fue tal. 

¿El partido? Queda minimizado entre tanto balance y resumen de una temporada que no terminó como estaba diagramada. Almirante comenzó ganando gracias a un Jonathan Zacaria inspirado que se fue apagando junto al resto del equipo cuando Rossi marcó el empate y Chitero sentenció el partido. Los futbolistas, al igual que los anteriores partidos, no pudieron reaccionar ante la adversidad y nunca pudieron reafirmarse en la solitaria cancha de Tristán Suarez. 

La derrota fue una muestra más de lo irregular y malo que fue el torneo para Almirante Brown. Un torneo donde el equipo nunca fue tal. Un torneo con cambios drasticos y trascendentes. Un torneo de transición. Un torneo donde las malas decisiones sucedieron una tras otra. Un torneo sin rumbo. Un torneo que dejó a lo más debil de Almirante Brown en exposición. Un torneo que no fue un torneo más.

Almirante Brown quedó en la posición 13. Lejos de lo pensado en el comienzo de la temporada pero muy distinto en cuanto al contexto. Sin Giunta en el banco, con sólo dos de los refuerzos que trajo el ex DT en cancha ante Patronato y muchos juveniles en cancha, el Mirasol cerró una temporada que es mejor dejarla atrás.

Ahora, pensar desde ahora en lo que viene y sin perder tiempo. El próximo torneo, los refuerzos a traer y, sobre todo, el OBJETIVO del nuevo plantel.