No, Almirante no jugó mal. No, tampoco jugó bien. No, no mereció ganar. No, el resultado fue demasiado abultado. No, sigue habiendo problemas defensivos. No, en el medio estamos bien. No, la delantera sigue sin inquietar a los rivales. No, siempre arrancamos perdiendo. No, reacción hay. No, entrega también hay. Si, algo falló.
El equipo jugó igual que ante Banfield y ante San Carlos. Lo único distinto fue el rival. Si bien Sarmiento no fue gran cosa, mostró efectividad y las que tuvo, las convirtió. Y si las tuvo, fue por culpa exclusivamente del Mirasol. Desatenciones defensivas que se vieron en los tres partidos y son tema para mejorar. La cruda estadistica lo muestra, 6 goles en tres partidos.
Cuidado, hay cosas positivas para remarcar. El mediocampo sigue siendo el punto fuerte del equipo con los buenos trabajos de Meza Sanchez y Canelo, es más, los volantes marcaron más goles que los delanteros en este comienzo de torneo. También vale decir que el equipo reacciona. Si, ante la adversidad no se cae y reacciona. Pasó en los tres partidos y, en este, por ir a buscar el empate, terminó pagando en su propio arco.
En Casanova, escenario donde todavía no pudo ganar, el aurinegro perdió dejando dudas hasta a la propia dupla técnica. Ahora, un durísimo partido ante Talleres en Córdoba. Ni antes erán los mejores, ni ahora los peores.
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