La lluvia, la cantidad de agua acumulada y la que cayó durante el partido provocó que la cancha de San Telmo se convierta en un terreno imposible de jugar. Aun así, el encuentro se disputó normalmente y fue el escena de la primera gran victoria de Almirante Brown en el torneo.
Lo complicado del campo de juego mostró una característica que, esperemos, sea propia de este equipo en formación: adaptación. Desde los primeros minutos supo que no tenía que jugar como lo tenía pensado -pelota al piso, subida de los laterales y la explosión de Diego Garcia- y se reacomodó para que el partido le sea lo menos incómodo posible.
La victoria llegó en la última jugada gracias a la aparición de Maxi Serrano, jugador al que le va a sentar muy bien la nueva posición de volante en la cancha. Pero antes, tuvo que aparecer Joaquín Mattalia para salvar a Almirante Brown. El arquero tapó un penal -producto de una mano de Alonso- a Carranza y sacó dos pelotas dificilisimas. Otro punto: personalidad hay y de sobra.
El partido significó el debut de varios jugadores como el ya mencionado Alonso, Cristian Nuñez -que fue reemplazado en la segunda etapa y bajó todo lo que le tiraron-, Diego Garcia -le costó asentarse en el terreno pero dio la asistencia perfecta en el gol de la victoria-, Raúl Gorostegui -de correcta actuación- y Hernán Ruquet -entró en el segundo tiempo y jugó poco-.
El equipo de Pascutti se trae tres puntos valiosos desde la Isla Maciel. Otra vez Almirante fue verdugo en ese estadio y en la última jugada, como había sucedido el torneo anterior. Este fue sólo un paso y una final de 34. A seguir pensando para adelante y aprovechar este primer empujón. ¡Dale Brown!
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