Desde aquel debut con Villa Dálmine (caída 2-1) al último cotejo pasaron 152 encuentros. Los números fríos no son para nada alentadores: 52 derrotas, 41 empates y solo 39 victorias. Esto deja un porcentaje cercano al 40%, algo completamente escaso para una institución con aspiraciones, aunque sea de llegar a un eventual Reducido.
Otro común denominador es la exorbitante cantidad de jugadores desde el Torneo Transición 2014 al presente: 85 jugadores diferentes vistieron la camiseta de Almirante. Desde nombres de peso como Rodrigo Díaz o Pablo Migliore a otros de dudosa procedencia, tales Julio Ledesma, Enzo Herrera o Patricio Spada. No podemos olvidar a aquellos que llegaron con nombre importante, pero hicieron del club un espacio para rehabilitarse de lesiones como Diego Torres. De lo poco que sobresalió, valores de la cantera: Alexis Canelo y Leonardo Heredia marcan este ítem.
Tal vez, el punto de desconcierto comenzó a brindarse en el 2015 cuando en un mismo torneo Osvaldo Rodríguez tuvo dos ciclos como entrenador. En el medio, un paso efímero de Ricardo Kuzemka. Luego, en la previa al certamen 2016 un “Dream Team”, que no encontró a su capitán y sin dudas, fue el gran fracaso desde que El Mirasol retornó a la tercera categoría. Pudo enderezar la nave Alberto Pascutti con su llegada y cerró de una manera “digna”.
Ya en la temporada 2016/17, los recuerdos son más frescos con una seguidilla importante de cinco éxitos, con triunfos en escenarios siempre complicados como en Caseros. Pero otra vez, la caída: derrota sin atenuantes ante Atlanta y de ahí una debacle. Un partido clave como Excursionistas se tenía controlado, pero de manera inexplicable lo empata el del Bajo Belgrano por impericia propia. El resto, conocido: derrota en Español y chau octogonal.
El presente torneo arrancaba con una sonrisa, después del penal atajado por Joaquín Mattalia; gol sobre la hora de Maxi Serrano. Cuatro derrotas y un empate iban a marcar el final del ciclo Pascutti. La llegada de Juan Barbas fue exitosa: triunfo 2-0 ante el Pincha. No obstante, iba a ser la única victoria, ya que hasta el momento acumula siete partidos sin victorias. Además, agregar que los dos últimos juegos los afrontó sin nombres de experiencia: Maxi y Jorge Serrano, Cristian Núñez, Diego Cisterna, Hernán Ruquet; marginados del plantel.
Pero no todo se reduce a lo futbolístico, los hechos de violencia fueron una moneda corriente. Enfrentamientos entre facciones que obligaron al Mirasol a ser un club nómade: Casanova, San Miguel, Almagro, Campana, Tristán Suárez, Villa Lynch fueron sus escenarios debido a los incidentes que protagonizaron sus barras.
En el medio, un club que no logra salir a flote. Sin estar unidas las patas de la mesa, todo es cuesta arriba. Es obvio, la Comisión Directiva tiene su cuota de responsabilidad ya que sus decisiones no han sido a pie firme. Jugadores de escasa valía y técnicos que
pasaron con más pena que gloria.
Primero fue Deportivo Armenio; luego, Excursionistas; hoy, Sacachispas o Villa San Carlos.
Salvadores del desastre anunciado. Pero no debe dormirse en su sombra, el conjunto de
Berisso está 11 puntos arriba (hay que visitarlo en dos jornadas), cuando hubo una máxima de 18 unidades y El Lila divide por una sola temporada.
El panorama es crítico, La Fragata se encuentra a la deriva. Momento de dar un golpe de timón antes que sea tarde. Si las partes no se unen, lamentablemente se cortará clavos hasta la última fecha.
Por Marcos Chaile
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