Podemos respirar aliviados y brindar en paz. Podemos
preparar el asado con una sonrisa en la cara y salir tranquilos a la
calle, hablar con los vecinos de este Almirante Brown que dejó todo una
vez más y ganó para terminar de asegurar la permanencia.
Hace mucho tiempo que no teníamos tanta alegría junta
dentro de nuestras almas y no nos íbamos tan felices del Fragata. Es que
el Mirasol salió a jugarlo como una final contra un rival difícil y que
le peleó de igual a igual con sus armas. Pero con un Heredia imparable y
la fuerza de Carruega, como estandartes, Almirante Brown fue el que
siempre llevó las riendas del partido.
Carruega fue el que tuvo el gol pero Mastrolía tapó de
manera fenomenal. Como si el destino estuviese escrito, en la jugada
posterior cayó un centro y Talamonti pusó la mano en el camino del
balón. Gonaldi cobró penal, Gabriel Rodríguez con una definición
fantástica lo cambió por gol y abrió el marcador.
Ya en la segunda parte, Platense se vino con todo. Migliore
se hizo figura, tapó dos pelotas claras de gol con las que el Calamar
pudo haber empatado el partido pero se vio, como pocas veces en el
torneo, la presencia y la jerarquía del arquero ex Boca, San Lorenzo y
Racing.
Las tapadas de Migliore, Gómez y Rocaniere que sacaron
todo, más la inteligencia de la mitad de la cancha hicieron que el
partido se vaya cerrando a favor de Almirante y se desate la fiesta. La
Fragata navega en aguas calmas. Podemos estar en paz. Ahora quedan
Flandria y Comunicaciones para sumar y cerrar el torneo de la mejor
manera pero lo importante ya quedó sellado: Brown no se va.
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