Camino
a Escalada, cruzando el Puente La Noria, se firmaba el punto seguro. Es
que este Talleres de Remedios De Escalada pintaba como un rival difícil
y lo fue. Pero Almirante Brown aprovechó una ráfaga de cinco minutos,
fue ordenado en la mitad de la cancha y se volvió a La Matanza con tres
puntos de oro que lo dejan a un paso de asegurarse la permanencia.
Si
con algo nos podemos quedar del rival es con lo lindo que juega: gran
despliegue y mucho juego por las bandas. Almirante lo sufrió y a los 13
minutos caía 1-0 por un centro de Giménez que Baglivo desvío por el
segundo palo, absolutamente solo. Las distracciones en el fondo a la
orden del día.
En
ese primer tiempo costó encontrar la pelota y el juego asociado. Más
allá de eso, lo poco que se generó fue de nivel aceptable. Se destaca un
mano a mano de Lorenzo, cara a cara con el arquero de Talleres y que el
mendocino definió al medio. De no creer.
La
segunda etapa trajo un Almirante Brown totalmente nuevo, similar a lo
que fue el del segundo tiempo con Tristán Suárez. Un equipo vertical,
que fue para adelante en búsqueda de dar vuelta el resultado y lo
consiguió rápido: a los dos y siete minutos Rodríguez marcó de cabeza,
en ambas oportunidades, para dar vuelta el tanteador.
Desde
allí el control lo tuvo Almirante. Palisi volvió y en buen nivel,
Lorenzo la guardó y generó varias contras que podrían haber terminado el
gol para cerrar el encuentro. Núñez ingresó y aportó lo suyo. Muchos
puntos altos para cerrar una victoria merecida por lo hecho en la
segunda parte.
Almirante
ganó y quedó a un punto de lo que hoy, para muchos de nosotros, es la
gloria. En caso de sacar una unidad de las nueve que quedan en juego
estará salvándose del descenso. Para pensar en el torneo que viene
seguramente habrá tiempo. Allí será otra la historia.
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